Hoy te queremos invitar a preocuparte de tu felicidad, al igual que como te preocuparías de tus plantas o de tus flores... tienes que regarlas, ponerlas al sol, entre otras cosas.
Nuestra psicóloga, Magdalena Mozó, nos entrega tres consejos para aumentar la sensación de felicidad. ¡Te invitamos a leer y a tomar nota de estos interesantes y prácticos consejos!
No todas las personas viven la felicidad de la misma manera, algunas son capaces de vivir felices con muy poco, mientras que otras necesitan más, algunas son felices con detalles y otras con grandes objetivos.
Muchas veces sentimos que es difícil vivirla, sobre todo por la vida cada vez más exigente que impone la sociedad. Pero finalmente, la felicidad depende de cómo decidas vivirla y lo importante es saber qué es lo que te hace feliz.
Todos los semestres en la Universidad de Harvard, Tal Ben Shahar, imparte el curso «Mayor Felicidad», el cual agota sus cupos casi inmediatamente. Ahí se trabaja y se estudia la Felicidad. ¿Qué es? ¿Cómo conseguirla? ¿Puede aumentar? ¿Se puede trabajar? ¿Servirá esta pandemia para tratar de ser más felices?
Antes de la pandemia, cuando pensábamos en felicidad, es probable que no hayamos pensado en estar tanto tiempo encerrados en nuestras casas, en haber bajado las revoluciones durante algún tiempo, por eso mismo está de cajón preguntárselo ahora:
¿Podemos aumentar nuestra sensación de felicidad?
En resumen, lo que el profesor Ben-Shahar dice, es que sí. Que la felicidad en gran parte depende de nosotras mismas y que hay varias cosas que podemos empezar a hacer ahora, para trabajarla y terminar este año siendo aún más felices de lo que somos hoy.
Acá te cuento algunas de las claves para conseguirlo:
1. Aceptar la vida tal cual es
Dado que esa aceptación nos librará del miedo al fracaso y de expectativas perfeccionistas. Es la expectativa de ser perfectamente felices, dice él, lo que nos aleja finalmente de la felicidad.
Lo mismo corre para nosotras mismas. En la medida en que nos permitamos ser humanos, que nos perdonemos los propios errores, que aceptemos que las emociones negativas son parte de la vida, más abiertas estaremos también para disfrutar de la positividad y la alegría.
2. Simplificarse
«Identifiquemos qué es lo verdaderamente importante, y concentrémonos en ello», propone Ben-Shahar. Ya se sabe que «quien mucho abarca, poco aprieta», sobre todo si estamos en un escenario en donde debemos manejar en conjunto, variables que antes manteníamos por separado: la casa, el trabajo, los niños, la pareja, etc. Lo mejor entonces, sería centrarse en algo y no intentarlo todo a la vez.
Para esto ayuda mucho delimitar los tiempos y los espacios. Si estás también siendo profesora de tus hijos, ayuda mucho tener un espacio específico para eso, que puede ser una mesa, o la terraza. Esto ayuda a que los momentos de homeschool sean algo que empieza y que termina. Lo mismo sirve para los espacios de trabajo. Delimitar los espacios y marcar los límites ayuda para que el día no se transforme en un continuo revuelto, en donde tratamos de hacer varias cosas a la vez y terminamos no haciendo bien ninguna.
Esto mismo corre para los espacios de ocio. Aprovechemos los espacios que no son de trabajo ni colegio, para realmente estar todos juntos. Apaguemos los celulares, dejemos de ver las noticias, hagamos algo juntos.
3. Agradecer
Creo que es el más importante de todos. No demos por sentado las cosas buenas. Las investigaciones dicen que quienes expresan gratitud con regularidad y no dan por hecho lo que tienen, no ignoran los problemas, pero tampoco ignoran lo que tienen, éstas personas no sólo son más felices, sino que también tienen mayor éxito y consiguen sus objetivos. Además, físicamente están más sanos, por lo que realmente fortalecemos nuestro sistema inmune, cuando nos concentramos en ser agradecidas.
Ben-Shahar destaca la palabra apreciar, que significa dar las gracias por algo, pero también significa aumentar el valor. Los dos significados de apreciar, están conectados, porque cuando aprecias las cosas buenas de tu vida, las cosas buenas cobran mayor valor y tienes más.
Hay pruebas científicas de que cuando aprecio a mi pareja, cuando aprecio mi trabajo, cuando aprecio mi vida, las cosas buenas de mi vida aumentan de valor, y tengo más.
Todas tenemos cosas buenas en la vida, todas tenemos cosas por las cuales podemos agradecer. Ahora que podemos, aprovechemos de formar un nuevo hábito que seguro nos ayudará a ser más felices. Agradezcamos cada día, hagamos listas en la noche de las cosas buenas del día, pensemos en las cosas buenas de nuestra vida mientras nos duchamos, agradezcamos a alguien por algo que nos hizo bien, por algo que nos gustó o que nos hizo crecer. Si rezamos, pongamos especial dedicación a dar gracias a Dios. Démonos tiempo para agradecer. Y ojalá este nuevo hábito se quede con nosotras para siempre.
¡Tomemos este año de pandemia como una invitación a parar, a cuestionarnos y valorar lo que tenemos, como un tiempo para ser más felices!
Nota: Estos son sólo algunos de los consejos que él da. Si quieres más información búscalo en Tal Ben-Shahar.
¿Tienes algún otro consejo que quieras compartir? ¡Cuéntanos!