Hoy les queremos compartir algunas ideas, que nos entregó nuestra psicóloga clínica Magdalena Mozó, para sobrellevar mejor esta cuarentena y ojalá sacar algo en limpio de este tiempo. ¡Te invitamos a leerlo, vale la pena!👇
Así como hace un año estábamos todas asustadas y desorientadas a esta altura del año, este año la cuarentena ya no nos sorprende, porque para bien o para mal, ya la vivimos, ya sabemos lo que es, y en parte, ya la dominamos.
Digo para bien o para mal, porque no nos intimida, pero sabemos lo dura que es para nuestros negocios, con nuestros proyectos y sobre todo con nuestra salud mental.
Hoy, nuevamente nos toca asumirla como una realidad, que no sabemos cuanto tiempo estará rondando, pero que ya está aquí y debemos tomarla como tal. Mientras más le peleemos, más nos costará llevarla en paz.
A algunas las habrá encontrado más solas, a otras demasiado acompañadas, pero a todas se nos presenta nuevamente como un gran desafío. Toda crisis es también una oportunidad, por lo que dispongámonos a navegar lo mejor posible y ojalá sacar algo en limpio de este tiempo.
Hay algunas cosas que ya sabemos que ayudan, como por ejemplo:
- Mantener el contacto con otros, intentando conectar realmente con ellos.
- Hacer ejercicio para llenarnos de energía y echar a andar nuestro sistema inmúnológico.
- Descansar en las horas que corresponde.
- Sostener una rutina organizada en nuestras tareas, nuestros tiempos y en nuestra higiene personal: aunque no veamos a nadie, levantémonos cada mañana, hagamos la cama, no sostengamos días eternos de pijama, aunque no se note por la pantalla del computador.
Muchos ya llevamos un training importante de home office y homeschooling, pero la cuarentena total, es un mazazo igual y vale la pena prepararse al menos cuanto podamos hacerlo.
Este año, vamos a sacarle el jugo al camino recorrido y vamos a lucir el magister que tenemos en pandemias mundiales y cuarentenas totales. Démonos unos minutos para pensar en aquellas cosas que nos sirvieron para estar bien el año pasado:
- ¿Qué nos ayudó a levantar la cabeza cuando pensamos que ya no había nada más que hacer?
- ¿Con quién hablamos que nos dio ideas interesantes para estar mejor?
Y por otro lado, es bueno también mirar lo que nos botó, los días negros:
- ¿Qué hicimos esos días?
- ¿Qué dejamos de hacer?
Es bueno mirar con distancia el año pasado, porque podemos usarnos a nosotras mismas, como maestras, y de esa forma encontrar en nuestra propia historia las respuestas, o algunas al menos, respecto de lo que nos mantiene funcionando y dentro de todo, bien.
A grandes rasgos, si tenemos estas cosas presentes y todo se nos va dando de forma fluida durante el confinamiento, es probable que podamos disponernos de mejor forma y llevar una cuarentena un poco más liviana. Pero también debemos recordar que si bien, podemos tener momentos fluidos en que dominamos las artes del encierro, vendrán momentos en que el arte se nos irá a las pailas y por más consientes y conectados que estemos, nos vamos a sentir mal, tristes, ansiosas y angustiadas.
Cuando ese momento llegue, algunas cosas que nos pueden ayudar son:
1. Concentrarnos en aquello que podemos controlar.
Hay mucho pasando ahí afuera que nos genera ansiedad y angustia, la mayoría de esas cosas, se escapan de nuestro control, no dependen de nosotros y no hay nada que podamos hacer para cambiarlo. Cuando nos hacemos realmente conscientes de aquello y lo verbalizamos, podemos descansar y volcar el foco a aquellas cosas que sí podemos hacer: cuidarnos, trabajar a conciencia y de forma organizada, estar y conectar con las personas con quienes vivimos, aprender algo nuevo, etc. (Te puede interesar el artículo: 16 hobbies para despejarte y sentirte más feliz!)
2. Nombrar las emociones.
En momentos en que nos sentimos abrumadas y sobrecargadas, es probable que sean varias las emociones que estemos sintiendo al mismo tiempo. Eso es normal, se llama ambivalencia. Poder parar e intentar ponerle nombre a aquellas emociones es un tremendo paso hacia poder gestionarlas de mejor manera. Es como cuando tenemos un montón de lanas enredadas. Tenemos la lana, pero no la podemos usar. Es mejor demorarnos e ir desenredándola de poco, para poder identificar que hilo tirar primero, y cual corresponde a cual madeja, ya que de esa forma la lana deja de ser “nudo” y vuelve a cumplir su función de lana.
3. Pedir ayuda.
Si sientes que tu malestar te está limitando en tus actividades diarias, te cuesta concentrarte, estás peleando más de la cuenta, sientes que tu cabeza no para y estás lleno de pensamientos abrumadores o simplemente sientes que no tienes ganas de avanzar, busca un profesional que pueda ayudarte.
Así como gran parte de nuestro tiempo nos toca sostener a otros, a veces nos toca a nosotros dejarnos sostener por otros que nos ayuden a mirar y a mirarnos.
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¡Esperamos que estas ideas te sirvan y puedas ponerlas en práctica! Muchas veces buscamos recursos por todos lados, pero gran parte de las veces, la respuesta y solución la tenemos nosotras mismas. Te invitamos a tratar de bajar un poco el acelerador de la vida y tomarte pausas, reflexionar, respirar profundo cada vez que lo necesites, disfrutar y vivir el presente. ¡Te compartimos una frase que nos encanta! “Deja de tratar de calmar la tormenta. Cálmate tú, la tormenta pasará”.
Este artículo fue escrito por nuestra querida psicóloga, Magdalena Mozó, fundadora del Colegio Los Olivos en Pirque. Realiza terapias breves desde el enfoque de la Psicología Estratégica, pueden contactarla directamente a su mail magdalenamozom@gmail.com o en @enfocapsicologia
Pd: Recuerda que tu amor propio y autocuidado, no es un lujo, es una prioridad.